Qué bonito ir a Roma de vacaciones, plazas monumentales, fuentes espectaculares, ruinas impresionantes. También seguramente fuiste a comer en algún restaurante y pudiste apreciar nuestra gastronomía atendido por “il cameriere” el mesero italiano. ¿Que impresión te hizo?
Algunos comentarios de unos clientes, si los recibí y les aseguro que fué divertido, para ambas partes porque quien estuvo en Roma, me cuenta de sus experiencias descubriendo cuanto sea diferente la atención al cliente en mi ciudad. Meseros preparados y obvio con la capacidad de dialogar en varios idiomas, en español particularmente. Pero la actitud es algo de diferente por cuestión de cultura. Vamos imaginando unos ejemplos. La ausencia casi total de salsas para aderezar un platillo es típica de nuestra cultura, pero si te atreves a pedir un chimichurri pudieras toparte en unos comentarios coloridos y no siempre comprendidos. El mesero entiende que en tu país si se acostumbra, pero es inexorable en negarte una salsa de hierbas en aceite para tu platillo. Comentándote que si quieres comer verdaderamente italiano no le pongas salsas ni aderezos para “darle sabor” porque el sabor ya lo tiene. Con una actitud de superioridad y con una expresión de suficiencia. Casi a quererte enseñar a comer. Conozco mi raza y te puedo asegurar que este hipotético mesero ha sido muy educado. No quiero perturbarte pero si fuera yo a pedir una extravagancia como el chimichurri para acompañar un platillo que no fuera carne y además en mi tierra, la respuesta que recibiría sería muy distinta. ¿El Chimichurri? No es un corte argentino amigo (?) es un plato de pasta y el chimichurri no tiene nada que ver.
Si pido una pizza me la traen bien bonita y caliente en un plato grande pero jamás partida en rebanadas y si les comento que la quiero partida en ocho rebanadas me pudieran contestar: alli tienes tus cubiertos, nosotros no rebanamos pizzas. Una pizza de dos gustos? Mitad salchicha y mitad margarita? Peor aún, porque el simpático mesero me diría que la cocina no hace tal inventos si quieres probar la de salchicha y a la próxima vez que regrese (uno así espero que ni regrese, piensa el mesero) probarás la margarita o cualquiera otra pizza del menú. Y si fuera tan inconsciente de pedir cátsup? En Italia se dice quechap (kétchup). El mesero probablemente sonriendo, porque con esta solicitud caí de su gracia, replicaría: Nos son papas fritas.. es una pizza y la edad de comer con cátsup ya pasó desde mucho.
Querido lector ¿Vamos bien hasta aquí? Perfetto.
Cameriere! Me traes una pasta carbonara, pero en lugar de tocino la quiero preparada con molida de res, por favor! Me imagino el mesero morado por el desagrado contestando: en este restaurante la carbonara se prepara como en el menú, otras variantes no son bienvenidas, si quieres pedir carbonara, tal como sugiere la carta? o prefieres buscar el restaurante que lo pueda contentar (?). Una pasta dividida en dos platos? Nuestro encantador mesero replicaría: Quieres que le dé también una espolvoreada de parmesano? Si son buenos cuates, pueden dividirla ustedes dos, le traigo otro plato. Si un niño está caminando o corriendo por el restaurante, el mesero nervioso les diría a sus papas: atiendan a su hijo porque impacienta quien está trabajando. Me paso’ en persona con un sobrino, se los aseguro. Il cameriere actúa de manera directa, sin diplomacia siendo nuestra cultura así. En la hostería y varios restaurantes no montan las mesas y los platos los dejan apilados al centro junto con los cubiertos y vasos. Cada comensal se acerca sus cosas. El refresco y cualquiera bebida no la sirve en vasos o copas más bien se dejan en la mesa para que cada quien se sirva. Este tipo de servicio de tanta atención no es usual en mi país, a menos que sea un restaurante muy fino.
Esta es nuestra manera de atender al cliente en Roma, colorida y esencial. Claramente no se aplica el mismo concepto en ” Paoletto Restaurante Italiano” porque es simplemente inconcebible. También hay que decir que no todos los meseros en Roma o Italia son tan extremos, en algunos aflora el carácter distintivo, seco y áspero. Hay otros que son tolerantes y toman su trabajo con correcto espíritu. Son capaces de atender con esmero y sensibilidad verdaderamente por el gusto sano y univoco de atender a sus clientes. De toda forma, no te dan la cátsup para la pizza, ni la dividen en rebanadas, pero explican con paciencia que las pizzas son de un solo gusto y el chimichurri en futuro lo pudieran implementar siendo muy diplomático. Al niño travieso le da un juguete para distraerlo acercándolo a su mamá (para que lo cuide). La pasta dividida en dos platos, por política y por estándar de presentación, se prefiere que la divida el cliente mismo. La fantasiosa carbonara con carne de res? No se escapa en deber comentar que no se puede preparar así como la quiere el cliente, porque técnicamente no saldría bien, pero un buen mesero sugiere un guiso alternativo con res molida que si queda muy bien con una pasta corta, plumas por ejemplo. Querido lector, recién llegado a México tuve que trabajar mucho para limar las diferencias en el sector de la atención al cliente, tratando de lidiar con la notable diferencia de cultura. Estoy y estamos trabajando para mejorar el servicio en “Paoletto Restaurante italiano Pizzería” y los comentarios abiertos que recibimos son halagadores. Se los agradezco infinitamente a todos.
ARRIVEDERCI A PRESTO DA PAOLETTO